
Segunda parada: El elefante se une a la manada.
Vamos a adentrarnos muy sucintamente en lo que fue una parte muy importante de tu carrera, la banda “Elefantes” (1994-2005):
¿Cómo recuerdas, ahora ya desde la distancia que propone el tiempo, aquellos días?. ¿Fue duro el final? Claro, fuimos una banda durante 10 años y los vivimos muy intensamente. El final fue muy triste pero en esos momentos necesario.
¿Cómo os conocéis los miembros del grupo?, ¿seguís teniendo buena relación?Ya no recuerdo como los conocí, perece que han formado parte de mi vida desde siempre. Ahora mismo está todo mas disperso evidentemente. Con Julius sigo teniendo mucho contacto, con Jordi menos, pero existe, y con Hugo apenas.
Y hablando de vuestros hijos en común, ¿qué disco de Elefantes es tu favorito?, ¿por qué? Cada uno de ellos es especial para mí, pero quizás destacaría “El hombre pez” (1998) por su atrevimiento y coraje extremo.
Y para alguien que no conozca la banda y quiera adentrarse en su universo, ¿qué disco crees que resume mejor lo que era Elefantes? Cualquiera de ellos. Porque todos son un fiel reflejo de lo que era el grupo en cada momento.
¿En algún momento miras hacia atrás y echas de menos aquella etapa de tu vida? Sí, hay momentos que en el pasado veo seguridad, supongo que es porque ya pasó y fue bien, pero el reto del futuro me pone mucho. Soy aventurero intrépido y aunque me asusto fácilmente no me detengo nunca.
¿Descartas en algún momento el retomar vuestra actividad como banda? No soy de los que dice “jamás”, pero honestamente no lo veo mucho.
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